2021/03/04 - 13:49

Es un hecho indiscutible que la participación activa de los padres de familia para reforzar los aspectos relacionados con la educación, el buen desempeño educativo, el rendimiento escolar y la formación de valores, hábitos y actitudes positivas en sus hijos e hijas, está directamente relacionada con su presencia en las actividades escolares y extraescolares que los niños y jóvenes desarrollan a lo largo de su infancia y adolescencia.

La manera en la que nos hemos organizado socialmente, así como las obligaciones laborales contraídas, las hemos convertido en un obstáculo para que los padres de familia participen de manera más activa en la educación de sus hijos, aun cuando como afirma el Consejo Nacional de Fomento Educativo, la investigación al respecto demuestra que: “[…] la participación dinámica, colaborativa e incluyente de la familia en la educación es uno de los principales factores para el éxito académico de los alumnos”.

Los especialistas en temas educativos afirman reiteradamente que padres y docentes deben ir de la mano en la formación de los educandos, ya que cuando los padres se involucran en la educación de sus hijos, mejoran considerablemente su rendimiento escolar.

Pese a las evidencias académicas con relación a los beneficios obtenidos por el involucramiento de los padres de familia en la educación de sus hijos, en nuestro país, de acuerdo con la Quinta Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, realizada por la Secretaría de Gobernación, la participación de los padres es muy limitada, ya que el 78% de los encuestados afirmó no ser miembro de la Asociación de Padres de Familia del centro educativo al que asisten sus hijos y el 74.6% expresó que no asiste a las reuniones de dichas asociaciones cuando es convocado a alguna reunión o actividad.

Por otro lado, también es necesario reconocer que los resultados obtenidos en el Reporte General de Resultados de la Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje, publicado en 2014 por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, indican que sólo el 77% de las escuelas primarias convocan a los padres de familia para que participen en algún proyecto escolar; 75% de éstas lo hace para la elaboración de normas escolares, y sólo el 67% los convocan para que asistan a observar la impartición de una clase.

Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sostiene que, de acuerdo con el estudio “¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos a tener éxito en los centros educativos?, los padres de familia pueden ayudar a sus hijos a desplegar todo su potencial dedicando más tiempo a hablar con ellos y mostrándoles su apoyo de manera cercana. Permanecer distante en el proceso formativo de los niños y niñas afecta su comportamiento presente y futuro, así como la armonía social comunitaria.

Está comprobado que, entre otras cosas, la participación de los padres en el proceso educativo de sus descendientes ayuda a disminuir el ausentismo escolar, a aumentar el rendimiento académico, a mejorar el comportamiento del alumno en el aula, a promover un mejor desempeño docente y a

que los padres sientan la satisfacción de sentirse involucrados e importantes en el desarrollo educativo de sus descendientes.

Desafortunadamente, una de las principales causas del bajo índice de participación de los padres en la educación, es la ausencia de facilidades en sus centros de trabajo para poder ausentarse y acompañar a sus hijos en el proceso formativo. Lo mismo ocurre en el caso de las urgencias médicas ocurridas a los menores en sus escuelas.

Conscientes de las implicaciones implícitas en las afirmaciones anteriores, en septiembre de 2018 los integrantes de la Fracción Parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México en el Congreso, preparamos una Iniciativa de Ley con objeto de que madres y padres de familia puedan ausentarse de su trabajo, sin dejar de percibir ingreso alguno, con objeto de participar en las actividades escolares de sus hijos en el caso de ser requeridos. La Iniciativa propuesta incluía reformas a la Ley General de Educación y a la Ley Federal del Trabajo.

Con respecto a las reformas y diversas disposiciones que al respecto tenían que hacerse a la Ley General de Educación, ya fueron incorporadas en la Reforma Educativa que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre de 2019, por lo que ya es Ley vigente y su objetivo es fomentar la participación activa de los padres de familia en el proceso educativo de sus hijos, sin que ello afecte sus ingresos ni su estabilidad en el empleo.

Por lo que se refiere a los cambios que son necesarios en la Ley Federal del Trabajo, la propuesta se encuentra actualmente pendiente. Fue aprobada por ambas Cámaras del Congreso de la Unión y devuelta al Senado con modificaciones el 15 de octubre de 2020, por lo que se encuentra pendiente su aprobación en esta Cámara colegisladora.

Su objetivo consiste en establecer que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social implemente acciones para facilitar la participación de los padres de familia en las actividades de educación y desarrollo de sus hijos, sin que los trabajadores estén obligados a reponer las horas de la jornada laboral destinadas a este fin, ya que una de las principales causas del bajo índice de su participación actual es la falta de oportunidades en sus centros de trabajo para poder ausentarse y acompañar a sus hijos en el proceso formativo, aun cuando tengan el interés de hacerlo.

Esperemos que muy pronto nuestros niños, niñas y jóvenes puedan acceder a la educación formal en sus centros educativos. Durante el encierro al que nos ha obligado la pandemia del Covid-19, hemos podido estar más cerca de sus actividades escolares y en muchas ocasiones hemos sentido la satisfacción de haberlos auxiliado en algún tema, aprovechemos esta cercanía y reflexionemos en lo bueno que hemos adquirido para no desperdiciarlo.