2024/11/13 - 09:11

Emiliano Sesma.- La Cámara de Diputados analizará la reforma que plantea eliminar siete organismos autónomos, entre los que destaca el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y fusionar o extinguir 17 organismos descentralizados. Los argumentos de la reforma se basan en la austeridad y simplificación de la administración pública, aún falta la discusión y votación de la reforma enviada por el entonces presidente López Obrador, no existen dudas de la inevitable aprobación por la mayoría calificada del partido en el poder. Por lo que, se avanzará a la concentración del poder y eliminación de contrapesos en manos de un todo poderoso poder ejecutivo.

Los aún existentes órganos autónomos en el gobierno de México desempeñan un papel crucial en el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho. Estos fueron creados para que operen de manera independiente del poder ejecutivo y legislativo, lo que permite tomar decisiones sin la influencia política de estos poderes. Lo que por años evitó diferentes abusos de poderes y garantizó una gobernanza equitativa. Además, gracias a la CNDH se aseguró el respeto a los derechos de todos los ciudadanos con excepción de los recientes años. El INE y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) son fundamentales para la regulación y supervisión de sectores estratégicos. La autonomía es una característica fundamental, la cual permite que los órganos mantengan políticas y programas a largo plazo, aún si los gobiernos federales cambian, lo que permite una estabilidad institucional.

La eliminación de los órganos autónomos no solo afecta la independencia institucional, sino que también tiene consecuencias directas en la protección de los derechos humanos. La CNDH, por ejemplo, juega un papel crucial en la denuncia de violaciones a los derechos fundamentales, un papel que podría verse comprometido si se le somete a la autoridad del gobierno en turno. La historia ha demostrado que la concentración de poder en manos de una sola entidad conduce a abusos y a la opresión de las voces disidentes. Otro ejemplo, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha sido fundamental, ya que gracias a este organismo autónomo se evidenciaron diferentes actos de corrupción, negligencia o abuso de poder, lo que contribuyó a fortalecer los derechos en pro del acceso a la información, protección de datos personales y transparencia.

La retórica que propone la eliminación de los órganos autónomos suele estar teñida de un discurso populista que busca simplificar problemas complejos. Sin embargo, es esencial recordar que el fortalecimiento de la democracia no se logra a través de la eliminación de instituciones, sino mediante su mejora y fortalecimiento. En lugar de desmantelar estos organismos, debemos exigir su autonomía, recursos y capacidades para que puedan desempeñar su función de manera efectiva. La eliminación de estos organismos significaría la pérdida de este conocimiento especializado, lo que podría llevar a decisiones mal fundamentadas en áreas críticas como el medio ambiente, la salud pública y la economía.

En conclusión, la eliminación de los órganos autónomos no solo es un ataque a la democracia, sino también un riesgo para el bienestar de los ciudadanos. En un contexto donde la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de los derechos humanos son más cruciales que nunca, debemos abogar por la defensa y fortalecimiento de estas instituciones, no por su desaparición. Por lo que la invitación al lector es para que le ponga fecha a la inevitable eliminación de los órganos autónomos, la democracia mexicana no puede permitirse un retroceso; en cambio, debemos avanzar hacia un sistema más robusto y equitativo que garantice los derechos y libertades de todos.