2021/10/19 - 18:52

Los llamados desastres naturales son fenómenos de distintos ámbitos de la naturaleza que, muchas veces, ocurren de forma inesperada, provocando todo tipo de daños para la humanidad que pueden ocurrir de diferentes maneras y por diversas causas.

El término desastre natural hace referencia a las enormes pérdidas materiales y vidas humanas ocasionadas por eventos o fenómenos naturales, como terremotos, inundaciones, tsunamis, deslizamientos de tierra, entre otros.

La gravedad de un desastre se mide en pérdidas de vidas, pérdidas económicas, y la capacidad de la población para la reconstrucción. Todos los desastres naturales causan pérdidas de alguna u otra manera.

Hoy han transcurrido casi 3 décadas de la famosa tromba que inundara la ciudad de Misantla; un pueblo que vivió una de sus peores tragedias el 20 de Octubre de 1995; lo que parecía ser el inicio de un fin de semana común y corriente, lluvioso, propio de esa temporada para los Misantecos, se convirtió esa noche para muchos en un suceso inimaginable.

Esta situación marcó la vida de muchas personas que vivieron este fenómeno de la naturaleza, dónde el río reclamó su territorio inundando muchas de las calles que antiguamente según versiones era su cauce natural.

Hoy la población no quiere desenterrar viejos y dolorosos recuerdos, pues fue el paso del huracán Roxana en 1995, hace exactamente 26 años, quien sacudió el pueblo de Misantla, ocasionando damnificaciones de viviendas y caminos, destrucción de estructuras, pérdidas de vidas y cortes de servicios básicos.

Año con año en la zona afectada, aún se vive con el temor de que pudiera repetirse otra inundación, ya que a pesar de que se cuenta con un muro de contención, cada vez que llueve considerablemente la sensación de aquella noche perdura en el recuerdo de los habitantes, por ser el río Misantla fuente de extracción indiscriminada de material pétreo representando esto un peligro latente.

Actualmente las medidas de prevención relacionadas con la ocurrencia de fenómenos naturales tienen como objetivo disminuir su impacto negativo, sobre todo en lo relativo a la pérdida de muy pocas vidas humanas y los daños a las actividades económicas.

Para poder disponer de un sistema eficiente de prevención, y no me refiero al de monitoreo que nadie sabe dónde quedó, sino de prevención de daños causados por fenómenos naturales extremos, comúnmente llamados catástrofes naturales, es necesario crear, tanto en el gobierno, como en la población en general, la conciencia de la necesidad de un sistema de predicción y previsión de catástrofes naturales.

De acuerdo con la SEMARNAT, los desastres naturales han aumentado en gran medida durante la última década, lo cual ha repercutido en un incremento significativo de las víctimas y de los daños materiales. Mientras tanto en el argot del Misanteco seguirá el famoso “Ahí viene el golpe”.

“Dónde quedó la bolita, o mejor dicho quien se llevó el sistema de monitoreo”.