2021/07/28 - 10:22

La Academia Mexicana de la Lengua se refiere al término aviador como “aquella persona que recibe un sueldo de alguna oficina, particularmente de gobierno, sin trabajar para ella”. También se le puede definir como “persona que figura en una nómina y percibe un sueldo, pero no se presenta a trabajar”, según el Diccionario de Español de México.

Décadas atrás era común que en las delegaciones y demás dependencias de gobierno se contratara a aviadores, mismos que ocupaban una plaza y cobraban sin hacer nada.

Hay de aviadores a aviadores. Están aquellos que vuelan aviones y están aquellos que no hacen eso, ni nada. Actualmente, no es ningún secreto que los aviadores aún existen.

De los aviadores a los nos referiremos son los que por conducto de un amigo político, un compadre, o simplemente un compromiso, reciben el nombramiento para que ocupen un puesto, pero al que nunca tiene que acudir, “cobra sin trabajar”. En este sentido también tenemos a los más descarados, el que hace su flotilla de aviadores con familiares, al quien ingresa al esposo o esposa, a los hijos, a la novia o incluso a la amante, que a veces están en otras áreas laborando pero menos en las suya.

Para que nos quede más claro este tema, están los que laborando en el gobierno se van a hacer campaña y siguen cobrando en nómina y una vez que el Jefe ganó los premia para que sigan cobrando sin trabajar. Esos que nunca se paran en la oficina, pero según ellos desempeñan una función en el sector público; dizque andan supervisando, o que andan de asesores, o peor, acompañando al “funcionario”. Afortunadamente en Misantla no pasa eso.

Ser “aviador” o solapar a los que cobran en una dependencia pero no devengan su salario, no solamente es incurrir en una falta administrativa; también es un delito, es un fraude ser aviador. Porque obtiene un ingreso aprovechándose del error o del engaño en que se encuentra otra persona; esto en el caso de los que están cobrando a nombre de otra persona.

También se podría tipificar como fraude desde el hecho de que el que está en esa situación de cobrar sin devengar el sueldo, está cometiendo un engaño para lograr hacerlo y, al mismo tiempo, está obteniendo un beneficio económico afectando al sujeto pasivo de este delito que es el erario estatal, a lo cual pudieran aplicarse, por ende, sanciones de carácter penal no solamente contra la persona de la que se demuestre es ‘aviador’, sino también contra el o los funcionarios que solapan esa situación, la encubren e incluso pudieran ser cómplices.

A principios de año vimos la renuncia de varios directores de área del Ayuntamiento, por así convenir a sus intereses, todos ellos se sumaron al trabajo político del proceso electoral pasado.

Hoy concluido este proceso, no regresaron a sus puestos, sin embargo los vemos seguir al pendiente de sus antiguas áreas ¡claro que sí! Comprometidos con su pueblo, dedicados a servir y no servirse, haciéndolo de manera altruista pues ellos ya no "cobran" en la nómina municipal. Necesitamos más gente así, ¡No lo creen!

Lo más sorprendente es, que hoy por hoy los aviadores, cobran sin trabajar, sin asistir al trabajo, sin conocer donde están trabajando. Y lo más triste, es que la sociedad lo sabe, pero no los evidencia, estos pilotos que no vuelan pero si cobran.

¡Cuántos pilotos solapó "Papá" en esta campaña!