2024/02/28 - 20:10

La aplicación de la ciencia en la agricultura es cada vez más evidente. Esta semana tuve la oportunidad de recorrer la zona sur del estado de Veracruz y visitar un proyecto de la Universidad Tecnológica del Sureste de Veracruz que me llamó mucho la atención como amante del café. Se trata de una idea desarrollada por dos estudiantes de esta universidad que están trabajando en la creación de un sustituto de café a partir de maíz. "Recuerdo que cuando no teníamos café, mi mamá solía quemar una tortilla en el comal, molerla y prepararnos un cafecito con el polvo diluido en agua", me comentó una de ellas. Nos preguntamos: ¿Y si comprobamos que se puede hacer directamente del maíz?, comentó la otra. Con esta premisa, comenzó la travesía de dos jóvenes entusiastas que fueron escuchadas por una maestra y decidieron emprender un proyecto que actualmente está en proceso.

Durante mi visita, quedó claro para mí que la tecnología en el campo no está en conflicto con la tradición. En un terreno se sembrará el maíz para el proyecto. Otros dos jóvenes, conocedores de las prácticas de siembra tradicionales, se dedicaron a limpiar y preparar el terreno para que esté listo cuando llegue la hora de sembrar. Para vigilar el terreno, utilizan un dron que ellos mismos manejan hábilmente para mantenerse al tanto de su estado. Mientras hablaba con la maestra, le comenté: "La tecnología nos supera cada día más", pero en mi interior reflexioné: ¿No estará deshumanizando estos procesos?

El terreno en cuestión está vigilado por vecinos que se aseguran de que nadie ajeno entre en él. Esta situación me llevó a preguntarme: ¿Acaso esta tecnología no desplazará en el futuro la calidez de un saludo? ¿No reducirá la interacción y el conocimiento mutuo entre las personas? Mi mente divagó más allá del dron en ese momento y volvió a la realidad al recordar que todavía existe una gran brecha digital y que, por el momento, los métodos tradicionales siguen prevaleciendo.

El entusiasmo de estas jóvenes por su proyecto es evidente cuando escuchas la emoción en sus voces al hablar sobre cómo surgió la idea. Ver sus ojos iluminados al contemplar el terreno donde se está materializando el proyecto me dejó una sensación muy positiva. En cuanto a su maestra, puedo decir que es alguien que reúne las características de alguien que se esfuerza por sacar adelante las cosas a pesar de las dificultades. Los compañeros de la universidad están felices de ver la dedicación y el esmero con los que estas jóvenes trabajan en el desarrollo del proyecto, lo que me hace creer que será tan exitoso como muchos otros que espero poder contarles pronto.

Desde el sur, me despido.