2023/11/11 - 17:34

Visite la semana pasada la Huasteca Veracruzana, y es verdad lo que dice la canción “para hablar de las huastecas hay que haber nacido allá, saborear la carne seca con traguitos de mezcal” … En este viaje me encontré con mucha gente enamoradas de su tierra, de su cultura, de sus tradiciones, estas personas al hablar transmiten el amor por su entorno. Viajamos a Amatlán un lugar tranquilo, un poblado veracruzano donde se lleva a cabo la fiesta del huapango la cual es una fiesta donde la música y la danza se hacen presentes para honrar a los abuelos.

En este viaje conocí a Maska y a Rosendo dos escritores huastecos que por medio de sus libros nos hacen viajar al pasado y a una vida lejos de los ruidos de los autos, por medio de sus historias y sus cuentos nos dan a conocer a la gente que trabaja en estas tierras calurosas llenas de árboles frondosos; conocí a Santiago promotor cultural de la danza huasteca quien jarana en mano transmite a las nuevas generaciones el arte de la danza huasteca.

En un congreso me encontré con una exhibición que contenía una variedad de pinturas interesantes, una pequeña artista se me apareció de pronto, una personita sonriente y dinámica que se encontraba corriendo por todo el salón a lado de su hermanita en uno de esos juegos infantiles que al crecer dejamos lastimosamente de hacer, pero ella al notar que observaba su exhibición se me acercó por si me ofrecía algo y le pregunté si estaban en venta las pinturas y con firmeza me dijo: -¡sí señor!, le pregunté cuanto costaba una pintura que llamó mi atención y me

respondió: ¡señor esa ya está vendida!, puede comprar cualquier otra... Pero ese cuadro que me llamo la atención contenía solo una rosa que parecía que se movía al compás de los pincelazos de la artista; Era un cuadro sencillo con un fondo color rosa que hacía sobresalir la rosa, se notaban trazos donde inicialmente la artista trató de plasmar otra obra, pero esa rosa fue la que al final salió triunfante.

Este cuadro representa la inocencia, la pureza y como he dicho sobre todo el amor por su trabajo. Al final después de superar la oferta del posible comprador anterior, quien quiero aclarar no había realizado la transacción monetaria correspondiente, accedió a venderme el cuadro, aunque aquí el verdadero beneficiado fui yo al llevarme una porción del amor que tiene por la vida.