2024/01/03 - 13:13

La venta ilegal de explosivos y cohetes en los municipios de Veracruz representa una seria amenaza para la seguridad pública. Para abordar este problema, es crucial establecer medidas efectivas de multa y garantizar que los ayuntamientos cuenten con procedimientos claros para sancionar a los vendedores en la vía pública.

Se debe implementar una reforma en los reglamentos municipales y en el bando de policía y buen gobierno, que imponga sanciones significativas a aquellos que participan en la venta ilegal de explosivos. Las multas deben ser proporcionales a la gravedad del delito, considerando factores como la cantidad de material explosivo vendido y el riesgo potencial para la comunidad.

Pero para lograr que se prohíba la venta de cuetes y explosivos en los municipios, es crucial abogar por cambios en las leyes locales, que sean propuestos en sesión de cabildo y que los ediles, todos, estén de acuerdo. Cómo en el caso de los municipios de Xalapa, Veracruz, Boca del Río y Orizaba donde no sólo está prohibida la venta de explosivos, sino que es un delito.

Estos municipios lograron dar el paso, gracias a que un integrante del cabildo (regidor) hizo la propuesta a la modificación de la ley, logrando que el procedimiento para que los ayuntamientos multen a los vendedores sea claro, contundente y eficiente. Este reglamento en contra del expendio de explosivos, se enfoca en regular de manera estricta la venta y posesión de estos productos.

En el caso específico de Xalapa, el regidor doceavo, Daniel Fernández Carrión impulsó propuesta en el cabildo para que se modificaran los reglamentos municipales y logró que la venta y uso de explosivos en la capital del estado, estén prohibidos. Fernández Carrión trabajó en colaboración con asesores jurídicos y presentó argumentos sólidos que destacaron los riesgos para la seguridad pública, los daños ambientales y los efectos negativos en la salud de los ciudadanos como de los animales.

Si en Xalapa se logró que se modificara la ley, y se prohibiera la venta de explosivos, también en Misantla se puede hacer. Lo único que se necesita es un edil comprometido con las causas de la sociedad, con el bienestar animal que decida hacer historia y proponga en sesión de cabildo una reforma a las leyes locales, que seguramente, el cuerpo edilicio tiene bastantito que no revisa si se aplican o siguen vigentes.

Acento Diacrítico

Es importante reflexionar sobre los beneficios que los ciudadanos tendrían si se logra la prohibición de venta y uso de explosivos y cuetes en el municipio:

1. En el tema de Seguridad Pública: la prohibición de la venta de explosivos reduce significativamente los riesgos de accidentes, lesiones y daños a la propiedad asociados con el uso irresponsable de estos dispositivos. Esto garantiza un entorno más seguro para la comunidad en general.
2. En el rubro de la salud humana y animal: disminuirá los efectos negativos en la salud humana, como lesiones por quemaduras y trauma acústica, así como minimizará el impacto negativo en la salud de los animales, que a menudo se ven afectados por el ruido y las explosiones, incluso mueren de infartos fulminantes, derivados de ataques de ansiedad.
3. Prevención de Incendios: los explosivos pueden provocar incendios, especialmente en áreas secas o propensas a la sequía, con esta medida se prevendría incendios forestales, en casa habitación y estructurales, reduciendo así el riesgo de pérdida de vidas y propiedades.
4. Conservación Ambiental: contribuirá a preservar el medio ambiente, evitando la contaminación del aire y del suelo causada por la combustión de pólvora y otros materiales pirotécnicos.

Sin embargo, es importante considerar que las tradiciones, usos y costumbres les generan un conflicto la prohibición de los explosivos, para las fiestas patronales de las comunidades son esenciales, pero es posible que se implementen alternativas seguras y controladas para celebraciones, como espectáculos de fuegos artificiales organizados por profesionales, es posible disfrutar de eventos festivos sin comprometer la seguridad de los ciudadanos. Se requiere de reformas y de iniciativas en el bando de buen gobierno.