2024/10/15 - 18:21

En esta época del año me entusiasma potenciar mis sentidos, apreciando los cambios de color en las hojas y especialmente disfrutar del esplendor de los atardeceres, percibir el aroma del pretricor que viene acompañado del baile de la lluvia que resulta arrullador para cualquiera, escuchar el silbido del aire en movimiento y sentir el viento en la cara como una bocanada de moléculas llena de nuevas emociones. Pero lo que más disfruto a fin de mes, y seguramente ustedes también, es deleitarme con los platillos tradicionales que se preparan en las vísperas del día de muertos.

Muchas familias ya comienzan a preparar sus recaudos para elaborar los tradicionales tamales, el atole, los dulces, el pan de muerto y muchos otros exquisitos platillos, que ofrecemos a nuestros fieles difuntos. Pero ¿De dónde vienen los ingredientes de todo lo que comes? ¿Quién lo produce? ¿Cuál es el papel de las juventudes y niñez en estos temas? ¿Alguna vez escuchaste hablar de la soberanía alimentaria?

El 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y cuyo principal objetivo es aumentar la conciencia de la población sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. La seguridad alimentaria se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente comida, segura y nutritiva.

La mejor manera de contribuir a la soberanía alimentaria como consumidores es comprando a los productores locales, disminuyendo las distancias de traslado de los alimentos, consumir los productos de temporada, reduciendo el desperdicio de alimentos, pero considero que lo más importante es fomentar en las nuevas generaciones los conocimientos ancestrales. Somos conscientes que para obtener una alimentación segura, sana, nutritiva y de calidad, es necesario que el papel de niños, jóvenes y adultos asuman los retos de cómo, por quién y para quién se produce nuestra comida. 

Para conservar nuestras tradiciones es muy importante conservar y promover la producción de alimentos básicos tomando en cuenta la diversidad cultural y productiva de cada comunidad. Diversas instituciones académicas mexicanas y centros de investigación, se encuentran trabajando de forma colaborativa, uniendo esfuerzos para conservar la estabilidad agroalimentaria y fortalecer la sustentabilidad alimentaria y el campo mexicano. Pero ¿Qué sería de nosotros sin nuestros campesinos? Las nuevas generaciones tienen un gran reto, podemos empezar por hablar y opinar sobre soberanía alimentaria con las autoridades, con la finalidad de que se impulsen políticas públicas en beneficio de este importante derecho. Seguido de valorar el trabajo que se realiza en el campo mexicano y mejorar nuestros hábitos de consumos. Disfruto imaginar que todas las personas que están leyendo este artículo han pensado una alternativa o propuesta para mejorar nuestra soberanía alimentaria.

¡Que nunca se terminen los alimentos ancestrales! ¡Consume local!

Dato interesante: La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos suficientes, nutritivos, saludables, producidos de forma ecológica.

Preguntones: ¿Tienes preguntas? Envíalas al correo electrónico con.sx.ciencia@gmail.com y en la siguiente publicación encontrarás la respuesta.