2023/02/05 - 21:43

Nazario Romero Díaz. – Martínez de la Torre, Ver. - Una familia que ocupa un lugar distinguido en la historia de Martínez de la Torre es la familia Bringas, que en el pasado remoto fue dueña de parte de los terrenos donde se ubicó el desaparecido Ingenio Independencia hasta Plan de Limón, incluyendo las tierras donde se asientan las colonias Francisco Villa y Manlio Fabio Altamirano.

También los Bringas tenían grandes propiedades en la parte alta de la población. Sus hectáreas sumaban miles de tierras generosas.

Muchas colonias incluyendo las mencionadas, se formaron por la vía de la invasión cuando floreció esta industria y proliferaron los líderes.

Los herederos y herederas siempre se negaron a vender sus propiedades por amor a la herencia y respeto por sus antepasados, pero fueron despojados de sus bienes, sea por las invasiones ejidales y urbanas o por la vía del fraude y el abuso de confianza u otros motivos, todo por negarse a vender.

Con la llegada de tanta gente que vino, atraída por el Ingenio Independencia, arribaron aventureros, gambusinos y gente de toda calaña, para adueñarse de las tierras de la familia Bringas ya que siempre se negaron los herederos a lotificar y vender.

Así, las hermanas Bringas, quienes vivían en la esquina de Ávila Camacho y Nicolás Bravo, murieron en la miseria, despojadas de todos sus bienes sin que la justicia haya intervenido a su favor.

Las Bringas acudieron a los tribunales; destinaron gran parte de su vida denunciando y pidiendo justicia, pero ésta les fue negada.

Subieron y bajaron, iban y venían, tocaron puertas sin que se abrieran, hasta que finalmente rindieron tributo a la madre tierra, doña Petronila y María Bringas.

Injustamente habían sido encarceladas por defender su patrimonio.

Los viejos muy viejos cuentan que las tierras de la familia Bringas fueron expropiadas por el gobierno federal para asentar el Ingenio Independencia ; don Manuel Ávila Camacho, a la sazón Presidente de la República, vino a su finca la Soledad y mandó a traer a don Pedro Bringas para tratar lo relativo al pago de la expropiación.

Don Manuel Ávila Camacho y don Pedro Bringas habían sido compañeros de juventud y se consideraban amigos, fueron condiscípulos en el Liceo de Teziutlán.

Se presentó en el domicilio de don Pedro Bringas, ubicado en la esquina de Ávila Camacho y Galeana, un capitán del ejercito para decirle que lo esperaba don Manuel.

Tan enojado estaba don Pedro que le contestó de manera poco respetuosa.

Le dijo: “dígale al General que la misma distancia hay de aquí para allá, que de allá para acá. Por lo tanto, si quiere verme que venga porque yo no voy”… y no fue a La Soledad a ver al Presidente de la República, perdiendo la oportunidad de recibir la cuantiosa cifra que le iba a entregar por sus terrenos.

En los terrenos donde se ubica un centro comercial, que también fueron de los Bringas, funcionaba un campo deportivo conocido como “Polo Bringas”, donde la juventud de entonces acudía a practicar y sostener encuentros dominicales de fut-bol pero fue eliminado por la mancha urbana.