2025/04/13 - 22:16

Una vez que el PAN entregó la constancia que acredita a Maribel Ramírez Topete como su candidata, ha quedado completo el panorama de quienes aparecerán en las boletas electorales el próximo 1 de junio. No hay más.

El PRI apostó por Silvio Lagos Galindo, un personaje que, hasta donde se sabe, no tiene manchas en su historial. Ha sido funcionario del DIF estatal, diputado local, y ocupó un cargo relevante en la SEDATU. Más recientemente, se desempeñó como representante del tricolor ante el OPLE.

Movimiento Ciudadano, cuyo dirigente estatal —no sé si hermano o sobrino del fallecido y poderoso subsecretario de Gobierno, Manuel Carbonell de la Hoz— eligió como candidato a Román Moreno. Su trayectoria política comenzó como suplente de Américo Zúñiga en la pasada contienda por una diputación federal. Se percibe como alguien bien intencionado, pero da la impresión de no estar en su terreno. Le falta estilo, destreza... ese instinto que en política también se llama "filing".

Maribel, por su parte, renunció a Movimiento Ciudadano y buscó —y encontró— la nominación del PAN. Ahora le toca empaparse de su nueva ideología, entender su lenguaje y adaptarse a su rutina política. Se le ve fresca, natural, pero aún no queda claro si se presentará ante el electorado como una rebelde exmilitante de MC o como una propuesta seria del panismo xalapeño.

En concreto, se percibe una oposición dividida, que parece achicarse en cada trinchera —azul, amarilla o tricolor— sin ánimo de construir una verdadera alternativa con posibilidades reales de triunfo. Se atacan entre ellos, debilitan a quien recibe el golpe, y con ello reducen cualquier posibilidad opositora.

Ni Silvio, ni Román, ni Maribel proyectan, por sí mismos, una imagen atractiva para la ciudadanía. No tienen ese roce popular ni parecen contar con respaldos empresariales sólidos que impulsen sus candidaturas.

En contraste, la candidata de Morena, Daniela Griego, lleva la delantera. Ya ha caminado gran parte de la ciudad, visitado colonias, mercados y tianguis. Se nota que ha sudado la camiseta. Además, no enfrenta problemas de identidad ideológica ni de experiencia política: está en casa, con los suyos. Y, lo más importante, es evidente que contará con el respaldo de las dos grandes fuentes de poder asentadas en la capital.

Así el panorama que se percibe para Xalapa, por lo que, quizá, Daniela ya pueda decir como el poeta Rafel de León, en su inmortal PROFECÍA o ya hecha canción con el nombre de NAILA, “con eso tengo bastante”.