Misantla, Ver. | 2025/01/06 - 13:03

Emiliano Sesma. - Misantla vivió una mágica jornada el pasado fin de semana, cuando los Reyes Magos hicieron su esperado arribo al municipio, gracias a la colaboración de un entusiasta grupo de la sociedad civil. El Hotel Don Pablo se convirtió en el escenario donde los niños tuvieron la oportunidad de leer sus cartas a los Reyes, llenando el ambiente de emoción y alegría. La visita fue un recordatorio de la importancia de mantener viva la ilusión y la esperanza en las festividades.

En una amena entrevista realizada en el lobby del hotel por el maestro Pepe Cantellano, reconocido por su compromiso con la cultura y las artes, los Reyes Magos compartieron sus pensamientos sobre la importancia de la fe y el amor en estas fechas. Melchor, Gaspar y Baltazar enfatizaron la necesidad de cultivar la gratitud hacia nuestros seres queridos, un mensaje que resonó profundamente entre los presentes.

Tras la entrevista, los Reyes Magos realizaron un recorrido por el centro de Misantla, donde el parque José María Morelos se convirtió en un punto de encuentro para muchos niños y adultos. La alegría fue palpable mientras los pequeños se acercaban ansiosos para tomarse fotografías con sus ídolos y hacer sus peticiones de regalos. La interacción con los Reyes también atrajo a numerosos adultos, quienes no dudaron en capturar el momento con una imagen.

La jornada no solo se limitó a la entrega de regalos y fotografías; los Reyes Magos hicieron una parada en una famosa taquería local para degustar los exquisitos tacos de la región. Esta pausa para recargar energías fue una muestra de que, aunque sean figuras mágicas, también disfrutan de los placeres sencillos y auténticos de la vida.

La visita de los Reyes Magos a Misantla se convirtió en una celebración de la comunidad, uniendo a familias y recordando a todos la importancia de la fe, la esperanza y el amor. Con su carisma y generosidad, estos tres personajes emblemáticos no solo traen regalos, sino que también siembran un mensaje de unidad y gratitud que perdurará en el corazón de los misantecos.