Misantla, Ver. | 2025/01/17 - 18:54

Emiliano Sesma. -Carlos Slim, reconocido empresario mexicano, estará presente en la toma de protesta de Donald Trump, programada para el próximo lunes 20 de enero. Slim, junto a un grupo de destacados líderes empresariales de México, tendrá la tarea de realizar labores de mediación en Estados Unidos, buscando establecer un diálogo con sus contrapartes del sector privado y políticos de alto nivel. Esta misión cobra especial relevancia ante la amenaza de Trump de implementar aranceles a las exportaciones mexicanas, una situación que podría impactar significativamente la economía del país.

La información sobre la participación de Slim fue proporcionada por Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Esta organización agrupa a 13 asociaciones empresariales que, en conjunto, representan a más de 2,000 asociaciones y aproximadamente el 80 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México. La presencia de Slim y otros líderes del CCE en la ceremonia de toma de protesta subraya la importancia de mantener una relación constructiva con la nueva administración estadounidense.

A pesar de la relevancia del evento, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que no fue invitada a la ceremonia de investidura. Al ser cuestionada sobre si Trump le había extendido una invitación, la presidenta respondió que no, pero que el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, estará presente en la ceremonia, lo que considera suficiente para representar los intereses del país.

Entre los mandatarios que sí asistirán a la toma de protesta de Trump se encuentran Javier Milei de Argentina, Nayib Bukele de El Salvador y Giorgia Meloni, primera ministra de Italia. La presencia de estos líderes refleja la importancia del evento a nivel internacional y las relaciones diplomáticas que se están forjando en esta nueva etapa de la política estadounidense.

La participación de Carlos Slim y su equipo en esta ceremonia representa una oportunidad crucial para abordar temas sensibles y buscar soluciones que beneficien tanto a México como a Estados Unidos. La mediación que se llevará a cabo en este contexto es fundamental para mitigar los posibles efectos negativos de las políticas comerciales de la nueva administración y fortalecer los lazos económicos entre ambas naciones.